La cría de se sentía feliz al contemplar el cielo iluminado por la luna, no sabía ni imaginaba que un cielo así fuera tan bello como las anteriores, se imaginaba que en los cielos habían dinosaurios como él pastando en los campos de estrellas y la luna era una laguna donde todos se reunían sin importar que fueran herbívoros o carnívoros. Le gustaba mucho ser quien estuviera viendo la luna pasear a su lado, con las estrellas empezando a aparecer, cosa que también estaba haciendo su madre.
La madre Brachiosaurus miro por todos lados, viendo lo lejos que podía ver por su largo cuello se le vino algo a la mente. Comenzó a dar sus llamados, con la esperanza de encontrar a otros Brachiosaurus cerca de donde estaban. Los llamados de la madre eran lo único que se podía oír en el campo, cada vez más lejos del bosque, su cría llegó a notarlo pero a los pocos segundos volvió a poner su mirada al cielo. Cerró los ojos, imaginando que estaba con la luna y las estrellas entre el cielo del anochecer, con los llamados de su madre cada vez más fuertes mientras ella se levantaba con las patas traseras.
Todo era placer hasta que abrió los ojos, había vuelto a la tierra escuchando que lo llamaban, volvió a su mente para ir donde estaba su madre, quien lo había visto todo. No había imaginado lo que era ver los cielos por tanto tiempo, no había imaginado como era el cielo infinito tan hermoso, y sobre todo usar su mente para imaginar una mirada a las alturas de la luna y de las estrellas.
Ambos, madre e hijo continúan su camino por el campo esperando lo siguiente que se encontrarán. En el camino se llegaba a ver el reflejo de la luna en los arroyos cercanos, el agua parecía como un espejo en lo tranquilo del campo, pero estos se interrumpían con las pisadas de ambos animales.
Al mismo tiempo, en otra parte de los campos, un Dakotaraptor vagaba en busca de una razón de existir. Ya hizo todo lo que identifica a un raptor, pero se sentía vacío por dentro, le hacía falta ser algo más que un raptor.
En su paseo miraba el cielo, la luna brillaba en su totalidad con las estrellas cubriendo el cielo. Eso atrajo la atención del animal, quien se detuvo en un peñasco para quedarse a ver el cielo. Se sentía tranquilo por afuera y pensativo por adentro, quería saber el porque estaba mirando el cielo si no estaba pensando en hacerlo, algo tenía que lo motivó a ver la luna. Era lo único que pensaba, en medio del campo que miraba los bosques sin escucharse ruido alguno. Queriendo buscar a alguien, el Dakotaraptor emite varios de sus gruñidos y chillidos con la esperanza de encontrar a alguien cerca, sin éxito, solo podía escuchar en la lejanía a la Brachiosaurus llamando a los de su especie.
Al volver a mirar el cielo y los lejanos campos y bosques, supo lo que debía hacer. Regresó por donde había llegado y giró a su derecha, empezando a correr por el campo en busca de su respuesta. Si quería ser alguien, debía ir a donde lo guiara su ser, con la luna siendo su compañía, teniendo ahora él un paseo con la luna.
The End
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