El Dossier

Parece que en este año no habrá fanfic. Pero no se preocupen, esto se compensará con gran variedad de artículos, la mayoría dedicadas a waifus. Espero y todos los artículos a su debido tiempo, tres artículos grandes e importantes están ralentizando el paso.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Paseo con La Luna | Historias que Contar - Animales Prehistóricos | Dinovember - Día 07

Anochecía en un campo unido a un bosque, el único rastro de vida visible era una Brachiosaurus que caminaba por los pastos y los árboles. Su mirada era como si buscara desesperadamente la tranquilidad, como si no quisiera saber que hay en los otros lugares de su entorno. Ella tenia una vida muy libre y perfecta, le había costado tanto conseguirlo que no quería saber nada de su alrededor.

Escucho unos pasos que se pararon frente a ella, sabía muy bien de que se trataba. Entre sus piernas se encontraba su pequeño hijo, que la seguía en todas partes, no importaba a donde iba y como estaba el día. Ella le hizo un gesto para que él es quedará adelante y lo pudiera ver fácilmente, algo que para el pequeño era fácil siendo una cría. Como también era curioso, la cría de Brachiosaurus se movía de un lado a otro viendo también el cielo que cada vez se oscurecía más, con la luna saliendo y alumbrado un poco los campos.
Había muchas cosas que le llegaban a la memoria a la madre, viendo la luna le hacía recordar los años en que recorrió un sin fin de lugares en su soledad y en su reflexión, sintiéndose como una tonta por tener una vida independiente. Su hijo era lo que le quedaba de su pasado, tras perder a su querida pareja, ha hecho lo posible por tener al pequeño como un hijo alegre; era tiempos difíciles para ella, pero sabía como manejarlo. A ella le gustaba el tacto de su hijo, significaba que aún lo quería a pesar de los problemas que se metían, había que reconocer que la mayoría de los problemas los provocaba ella, no sabía porque pero le daba algo de gracia saberlo. Le gustaba lo que estaba sintiendo al ser un animal ejemplar, era bastante agradable pero lejos de un dinosaurio solitario, estuvo con otros de su especie en múltiples veces y en esas solo estuvo con ellos por minutos o menos.

La cría de se sentía feliz al contemplar el cielo iluminado por la luna, no sabía ni imaginaba que un cielo así fuera tan bello como las anteriores, se imaginaba que en los cielos habían dinosaurios como él pastando en los campos de estrellas y la luna era una laguna donde todos se reunían sin importar que fueran herbívoros o carnívoros. Le gustaba mucho ser quien estuviera viendo la luna pasear a su lado, con las estrellas empezando a aparecer, cosa que también estaba haciendo su madre.

La madre Brachiosaurus miro por todos lados, viendo lo lejos que podía ver por su largo cuello se le vino algo a la mente. Comenzó a dar sus llamados, con la esperanza de encontrar a otros Brachiosaurus cerca de donde estaban. Los llamados de la madre eran lo único que se podía oír en el campo, cada vez más lejos del bosque, su cría llegó a notarlo pero a los pocos segundos volvió a poner su mirada al cielo. Cerró los ojos, imaginando que estaba con la luna y las estrellas entre el cielo del anochecer, con los llamados de su madre cada vez más fuertes mientras ella se levantaba con las patas traseras.

Todo era placer hasta que abrió los ojos, había vuelto a la tierra escuchando que lo llamaban, volvió a su mente para ir donde estaba su madre, quien lo había visto todo. No había imaginado lo que era ver los cielos por tanto tiempo, no había imaginado como era el cielo infinito tan hermoso, y sobre todo usar su mente para imaginar una mirada a las alturas de la luna y de las estrellas.

Ambos, madre e hijo continúan su camino por el campo esperando lo siguiente que se encontrarán. En el camino se llegaba a ver el reflejo de la luna en los arroyos cercanos, el agua parecía como un espejo en lo tranquilo del campo, pero estos se interrumpían con las pisadas de ambos animales.

El pequeño Brachiosaurus seguía mirando el cielo, viendo de nuevo que la luna lo seguía, liberando nuevamente su curiosidad. Se volvía a mover rápidamente persiguiendo la luna, mientras que su madre lo observaba con tranquilidad, ambos tenían un camino que seguir por delante, en donde el sol terminaba de ocultarse para dar paso a la noche.

Al mismo tiempo, en otra parte de los campos, un Dakotaraptor vagaba en busca de una razón de existir. Ya hizo todo lo que identifica a un raptor, pero se sentía vacío por dentro, le hacía falta ser algo más que un raptor.
En su paseo miraba el cielo, la luna brillaba en su totalidad con las estrellas cubriendo el cielo. Eso atrajo la atención del animal, quien se detuvo en un peñasco para quedarse a ver el cielo. Se sentía tranquilo por afuera y pensativo por adentro, quería saber el porque estaba mirando el cielo si no estaba pensando en hacerlo, algo tenía que lo motivó a ver la luna. Era lo único que pensaba, en medio del campo que miraba los bosques sin escucharse ruido alguno. Queriendo buscar a alguien, el Dakotaraptor emite varios de sus gruñidos y chillidos con la esperanza de encontrar a alguien cerca, sin éxito, solo podía escuchar en la lejanía a la Brachiosaurus llamando a los de su especie.

Al volver a mirar el cielo y los lejanos campos y bosques, supo lo que debía hacer. Regresó por donde había llegado y giró a su derecha, empezando a correr por el campo en busca de su respuesta. Si quería ser alguien, debía ir a donde lo guiara su ser, con la luna siendo su compañía, teniendo ahora él un paseo con la luna.

The End

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