El Dossier

Parece que en este año no habrá fanfic. Pero no se preocupen, esto se compensará con gran variedad de artículos, la mayoría dedicadas a waifus. Espero y todos los artículos a su debido tiempo, tres artículos grandes e importantes están ralentizando el paso.

domingo, 31 de diciembre de 2023

¿Qué ha significado el T-Rex para mí?

Que mejor manera de acabar el año en mi blog que haciendo un artículo, cuyo tema ya llevaba planeando desde hace tiempo. Si algo tiene que ver con dinosaurios o cualquier otro animal prehistórico, tengan por seguro que la cosa será algo larga. Esto ya lo he hecho desde que empecé con varios artículos sobre los animales prehistóricos, y por lo que he visto, cada vez ha mejorado la calidad en cuanto a información que se da al asunto, un detalle interesante.

La idea de hacer este artículo fue algo que ya tenía tiempo que lo estaba planeando, y justamente ahora lo estoy compartiendo para que sepan cual es mi opinión acerca de este enorme y fabuloso animal que ha sido la fuente de inspiración de muchos. Espero y entiendan lo que significó para mí el Tyrannosaurus en todo el tiempo que he estado conociéndolo, tanto en la ciencia como en la ficción.

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De todos los animales prehistóricos que han existido, sin duda el más famoso es el Tyrannosaurus, tras haber sido descubierto se ha registrado un gran número de investigaciones que han demostrado que este dinosaurio era efectivamente lo que hemos estado apodándolo en todo los años ‟rey de los dinosaurios.”

Y sí, ese título le queda a este animal que tuvo lo suyo al final de la era de los dinosaurios, pero a pesar de todo esto, no puedo considerarlo como uno de mis favoritos, y no porque esté tan sobrevalorado en ambos lados que vendría a ser la ciencia y la ficción, sino porque ya a la primera me ha parecido un dinosaurio bueno pero no para tanto.

Justamente de eso quiero hablarles, del por qué el Tyrannosaurus no es para mí un grande como lo han visto otros que lo conocieron cuando eran unos niños.
Ya todo el mundo sabe que es el Tyrannosaurio, pero voy a poner de nueva cuenta la información del animal para que entiendan bien que fue él en vida.

Vamos a ir primero con su historia de descubrimiento

En 1874, A. Lakes descubrió en un desentierro varios dientes de 33cm de longitud, cerca de Golden, estado actual de Colorado en los Estados Unidos.

Los huesos del cráneo fueron descubiertos en 1890, en Wyoming; posteriormente, en 1892, se descubrirían fragmentos de sus vertebras. En ese mismo estado, se descubriría también el primer esqueleto parcial del Tyrannosaurus en 1900. El esqueleto fue hallado por Henry Fairfield Osborn, un paleontólogo estadounidense que encontró en el estado de Wyoming diferentes dientes y varios huesos de la criatura, que para ese entonces era descomunalmente gigantesca, a la criatura la llamó ‟Tyrannosaurus.”

Henry Fairfield Osborn nombró más tarde, en 1905, al Tyrannosaurus rex y al Dynamosaurus imperiosus. Al descubrirse que ambos estaban descritos en base al mismo material fósil, el Tyrannosaurus quedó como el nombre válido de entre los dos al estar éste descrito páginas antes que el Dynamosaurus dentro del mismo artículo. Osborn lo llamó ‟rey lagarto tirano” gracias al gran tamaño del depredador respecto a los seres humanos y otros dinosaurios de su hábitat. Este fue descrito a partir de uno de los 5 esqueletos parciales descubiertos por el paleontólogo Barnum Brown entre 1902 y 1905.

Entre los años 10 y los años 50, solo los esqueletos descubiertos por Barnum Brown fueron conocidos, pues la Gran depresión impidió que los científicos norteamericanos contaran con medios económicos necesarios para recuperar más. En este periodo de tiempo se puede destacar el descubrimiento del holotipo de ‟Nanotyrannus Lancensis”, ahora considerado mayoritariamente como una forma juvenil del Tyrannosaurus, en 1942. Los años 60 supusieron un boom en cuanto al interés hacia el Tyrannosaurus, sin embargo, se sabe que descubrimientos de restos del Tyrannosaurus fueron bastante escasos hasta los años 80. Se destaca de 1966 el espécimen LACM 23844, apodado como ‟Harley Rex” en honor a Harley Garbani, quien dirigió un equipo que lo descubrió en 1966, y el espécimen ‟MOR 008” descubierto por el Doctor William MacMannis en 1967. Harley era un cráneo casi completo de un Tyrannosaurus adulto que, en el momento en el que fue expuesto en Los Ángeles, se trataba del espécimen más grande conocido mientras que MOR 008 estaba completo a un 15% aproximadamente, estando expuesta actualmente una réplica de su cráneo en el Museo de las Rocosas en Montana. Algunos otros restos fueron descubiertos en la parte occidental de los Estados Unidos y el sur de Canadá por Garbani y otros.

La décadas de los 80 y 90 vieron el descubrimiento de al menos una docena de nuevos especímenes. Entre ellos se encuentran dos de los más completos conocidos, los apodados como ‟Sue” y ‟Stan.” FMNH PR 2081 o ‟Sue” fue apodado así en honor a su descubridora, la paleontóloga aficionada Sue Hendrickson que lo descubrió en rocas de la Formación Hell Creek un 12 de Agosto de 1990. Este resultó estar completo en un 85% aproximadamente, siendo el Tyrannosaurus más completo conocido hasta la fecha además de el de mayor tamaño en aquel momento. Este espécimen fue objeto de una batalla legal por su propiedad. En 1997, el juicio se resolvió a favor de Maurice Williams, el propietario original de la tierra en la que fue descubierto. La colección de fósiles fue comprada por el Museo Field de Historia Natural en una subasta por $ 7,6 millones, lo que lo convierte en el esqueleto de dinosaurio más caro vendido en aquel momento. Su esqueleto montado fue finalmente expuesto al público el 17 de mayo del año 2000, dentro del mismo museo. BHI 3033 o ‟Stan”, fue apodado en honor al paleontólogo aficionado Stan Sacrison, y fue descubierto en Hell creek en 1992.

Este es el segundo esqueleto más completo conocido al tenerse un 70% de su total de huesos. Este ejemplar presentaba muchas patologías óseas, incluidas costillas rotas y curadas, un cuello roto y también curado y un hoyo significativo en la parte posterior de la cabeza, del tamaño aproximado del diente de otro Tyrannosaurus, una posible evidencia de combate intraespecífico. Stan sería vendido a manos privadas en el año 2020 por 31,8 millones de dólares, impidiendo que este importante espécimen estuviese disponible para los científicos por un tiempo. Dos años después, en 2022, se daría la noticia de que los planes para este tiranosaurio no serían acabar en una colección privada, pues se anunciaría que el espécimen sería donado y alojado en el futuro Museo de Historia Natural de Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, donde podrá seguir siendo estudiado por científicos y visitado por la gente. La construcción de este museo está prevista de terminarse para el año 2025.

Manospondylus Gigas


Ya en 1917, Osborn notó las similitudes entre el Manospondylus, que había sido reclasificado como terópodo, y el Tyrannosaurus; pero debido a la naturaleza fragmentaria del Manospondylus, nunca pudo sinonimizarlos. No fue hasta junio del año 2000 que se descubrió definitivamente que ambos se trataban del mismo animal al descubrirse que el espécimen BHI 6248 del Black Hills Institute, un Tyrannosaurus, fue desenterrado del mismo lugar que la vértebra con la que Cope describió al Manospondylus, tratándose con casi total seguridad del mismo individuo. Esto suponía un problema ya que, según el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica, el Manospondylus Gigas debería haber tenido prioridad al haber sido utilizado primero, dejado al Tyrannosaurus Rex como un nombre no válido. Gracias a una nueva regla en la cuarta edición del código que entró en vigor en el mismo año 2000, se pudo mantener el nombre de Tyrannosaurus por el uso nulo que se le dio al nombre de Manospondylus en más de 50 años, lo que dejó al Tyrannosaurus como un nomem protectum (Nombre protegido) que era válido a pesar de no cumplir las reglas de nomenclatura anteriores y al Manospondylus como un nomem oblitum (nombre olvidado) que cayó en desuso y se sinonimizaría con Tyrannosaurus rex.

Los Últimos Hallazgos


En un sólo verano del año 2000, Jack Horner y su equipo descubrieron hasta 5 especímenes de Tyrannosaurus, incluyendo al espécimen MOR 1126, apodado ‟Celeste” o ‟C-Rex.” Este individuo, pese a su incompletitud, tuvo un tamaño estimado mayor al de Sue y fue catalogado en el momento como el mayor descubierto.

En el año 2001 se descubriría el espécimen BMRP 2002.4.1, de apodo ‟Jane.” Este sería primeramente clasificado como un individuo de ‟Nannotyrannus Lancencis,” pero estudios posteriores mostrarían de se trataba de un animal juvenil cuando murió arrojando más evidencia sobre la identidad de Nannotyranus como una forma juvenil de Tyrannosaurus Este espécimen también es el T. rex juvenil más completo conocido, conservándose alrededor de un 50% de su esqueleto total. Jane de encuentra expuesto actualmente en el Museo Burpee de historia natural en Rockford, Illinois.

En el año 2005 se describe a MOR 1125, este ejemplar es sumamente importante, no sólo por la conservación, sino por el material blando encontrado en un hueso del pie, como cabe de esperar, su conservación se centraba en los mencionados tejidos. La investigación reveló que el material era biopelícula creada por las bacterias.

En 2006 la Universidad Estatal de Montana afirma que está bajo su propiedad el cráneo más grande de Tyrannosaurus, el MOR-008, mide 6,5% más que FMNH PR 2081.

En el año 2017, Bell y colaboradores revisarían impresiones de piel encontradas en el espécimen ‟Wyrex” (HMNS 2006.1743.01), que preservan un patrón de escamas.

Vamos ahora a cada uno de sus parámetros como animal dominante

Tamaño

El Tyrannosaurus fue uno de los mayores depredadores terrestres de la historia de la tierra. Sue (FMNH PR 2081), uno de los especímenes más completos y grandes conocidos, alcanzó unos 12.3-12.8 metros de longitud, 3.66 metros de altura en la pelvis y entre 6 y 8 toneladas de peso, según en método de estimación utilizado y el estudio. Scotty (RSM P2523.8), es considerado actualmente el individuo más grande conocido. Encontrado en Canadá y estado alojado en el Museo Royal Saskatchewan, este gigante alcanzó los 13 metros de longitud y unas 8.8 toneladas de peso. A pesar de esto, el verdadero tamaño de Scotty es aún sujeto de escepticismo y debate. Es necesario recordar que no todos los individuos habrían llegado a estas dimensiones en la edad adulta. El rango de masa según las estimaciones más recientes estaría entre las 5.4 y las 8 toneladas de media según el individuo.

Esqueleto

El Tyrannosaurus tiene uno de los esqueletos más completos y estudiados de entre todos los dinosaurios. Más de 50 especímenes se han descubierto a fecha de 2021 lo que nos da una gran perspectiva sobre como era la anatomía ósea del género. Aún así, solo un cuarto de ellos son considerados completos, es decir, se posee la mitad o más del sistema esquelético del animal. Muchos de los huesos de Tyrannosaurus eran huecos, lo que permitía una reducción del peso del cuerpo sin sacrificar fuerza o resistencia ósea significativamente.
Se conocen muchos cráneos de Tyrannosaurus. Sus tamaños varían, siendo el más grande en masa el del espécimen MOR 008 con unos 152 centímetros de longitud, siendo este tamaño revelado en el año 2006 por la Universidad del estado de Montana. La cabeza del Tyrannosaurus está construida de manera distinta a la de otros terópodos. Esta es extremadamente gruesa y voluminosa en la parte trasera, pero con un hocico estrecho. Esto le permitía tener una gran visión binocular. Tenía huesos bastante macizos y algunos como los nasales estaban fusionados para reducir el movimiento entre ellos y crear una superficie más resistente. Otros poseían bolsas de aire en su interior para, junto a las grandes fenestras, hacer al cráneo lo más ligero posible pese a su volumen. Esto son señales de la evolución progresiva de los tiranosáuridos hacia una mordedura cada vez más potente, con el Tyrannosaurus representando el último exponente de esta tendencia antes del final del Cretácico. La punta de la mandíbula superior tenía forma de U (a deferencia de la mayoría de otros terópodos que la tenían en forma de V), lo que aumentaba la cantidad de carne y hueso que podía arrancar con un solo mordisco, aunque también aumentaba la tensión en los dientes de la parte delantera. Las mandíbulas, como las de muchos otros dinosaurios terópodos, cuentan con pequeños agujeros. Algunos expertos proponen que estas marcan dónde estaban en vida estructuras tegumentarias, tales como escamas o labios.
Los dientes del Tyrannosaurus presentaban heterodoncia, es decir, sus dientes poseían varias formas diferentes. Los dientes premaxilares (parte delantera del hocico) se agrupaban estrechamente, siendo cuatro a cada lado en la mandíbula superior. Estos tenían n forma de D en sección transversal, tenían bordes ondulados en la superficie posterior, eran parecidos a los incisivos y se curvaban hacia atrás. La sección transversal en forma de D, los bordes aserrados y la curva hacia atrás reducían el riesgo de que los dientes se rompieran cuando el Tyrannosaurus mordía y tiraba de su alimento. Los dientes restantes eran robustos, con una forma más parecida a la de un plátano que a la de un cuchillo a diferencia de, por ejemplo, los de los Carcharodontosáuridos. Los de la mandíbula superior, doce por cada lado en los ejemplares adultos, eran más grandes que los de la mandíbula inferior, exceptuando los de la parte trasera. Se cree que el diente más grande encontrado hasta ahora tenía 30.5 centímetros de largo, lo que lo convierte en el diente más grande de cualquier dinosaurio carnívoro encontrado hasta la fecha. Su mandíbula inferior era notablemente robusta, haciéndose más alta al acabar la hilera de trece dientes inferiores.

La columna vertebral de Tyrannosaurus consta de 10 vértebras del cuello, 12 de la espalda y 5 sacras, y se desconoce el número exacto de vértebras de la cola; posiblemente variando según el individuo, creyéndose que tenían al menos 40. ‟Sue” tiene 47 vértebras caudales. La posición del cuello era en forma de S, similar a otros terópodos, aunque este era excepcionalmente corto y grueso, soportando los grandes músculos que permitían el movimiento de su pesada cabeza. La segunda vértebra, el axis, es excepcionalmente corto. El resto de vertebras del cuello poseen un frente convexo y un dorso cóncavo. Sus cuerpos vertebrales tienen un pleurocele (Saco de aire) a los lados. En el torso, sus vértebras eran robustas, estrechándose hacia la cintura. Sus frentes son cóncavos con un canal vertical profundo y grandes pleuroceles. Las espinas neurales tienen un frente rugoso con lados posteriores constituidos para anclar los tendones. Las vértebras sacras se fusionan en sus cuerpos y espinas, con presencia de sacos de aire y conexión a la pelvis a través de procesos transversos y costillas sacras. La cola era pesada y relativamente larga, con el fin de equilibrar su gran cabeza y el torso y proporcionar espacio para grandes músculos locomotores que se unían a los fémures. La decimotercera vértebra de la cola formaba el punto de transición entre la base de la cola proximal y la cola media que se endureció por un proceso de articulación frontal bastante largo.
Una imagen icónica del T-Rex
La parte inferior del torso estaba delineada por una gastralia de 18-19 pares vértebras abdominales. La gastralia es una estructura de huesos similares a las vértebras que se extienden por el vientre que surgen en la misma piel de algunos reptiles como los dinosaurios, los cocodrilos, las tortugas y las tuataras. Se cree que estas falsas vértebras ayudan a proteger los órganos internos y con la respiración. La cintura escapular, por sí misma, tenía mayor longitud que uno solo de sus brazos. El omóplato tenía un eje estrecho que se expandía excepcionalmente en el extremo superior. La coracoides es larga y redondeada. Los omóplatos estaban conectados por una pequeña fúrcula. Los huesos del pecho estaban posiblemente formados por cartílago. La pelvis era de gran tamaño, con su hueso alto, el ilion, siendo extremadamente largo y ancho para anclar los poderosos músculos de las patas traseras. El pubis acababa en una gran bota púbica. El isquion posterior era delgado y recto, apuntando oblicuamente hacia atrás y hacia abajo.

Las extremidades delanteras eran cortas en comparación con el cuerpo. Poseía un humero corte y robusto, con un extremo superior estrecho y una cabeza especialmente redondeada. El radio y el cúbito eran rectos y de menor longitud que el húmero. El segundo metacarpo era algo más largo que el primero, siendo que en la mayoría de dinosaurios terópodos es al contrario. Estos metacarpos terminaban en dos dedos con garras y un tercer dedo vestigial en forma de astilla reminiscente de sus antepasados con tres dígitos. Los brazos medían en torno a 1 metro de longitud completamente extendidos, siendo considerados por algunos expertos como vestigiales. Sin embargo, el húmero contaba con grandes áreas de inserción de músculos, lo que habría hecho de las extremidades delanteras bastante fuertes, algo que fue ya notado por Osborn en 1906, por lo que teorizó que se pudieron usar como una herramienta para agarrar a una pareja durante la cópula.
Otra función sugerida es la de ayudar al animal a levantarse del suelo. Algunos análisis biomecánicos podrían sugerir su uso para agarrar a presas que intentaran escapar antes de rematarlas con sus poderosas mandíbulas. Los resultados de estos análisis arrojaron que el bíceps de un Tyrannosaurus podía levantar hasta 199 kilogramos de peso por sí solo, 3.5 veces más fuerte que el de el ser humano promedio. La movilidad de sus brazos, sin embargo era limitada, pudiendo mover sus hombros y codos solo unos 40 y 45 grados respectivamente. Esta movilidad limitada sugiere que estarían diseñados para agarrar a gran velocidad y de manera firme con su gran fuerza, sin soltarse a pesar de los movimientos de una presa. En este estudio, Kenneth Carpenter y Matt Smith desmintieron la creencia de que los brazos del Tyrannosaurus eran inútiles y que se trataba de un completo carroñero por esto. Esta visión depredadora de los brazos como herramientas secundarias de caza sería compartida por Steven M. Stanley, que postuló que los brazos podrían haber sido usados para causar un gran daño en una presa a base de zarpazos. A pesar de esto, otros expertos siguen reacios a estas hipótesis, ciñéndose a la visión original de Osborn de unos brazos de utilidad exclusivamente ligada a la reproducción.

Patas Traseras

En contraste con los brazos, las patas traseras se encontraban entre las más largas en proporción al cuerpo de cualquier terópodo conocido.

Musculatura

El sistema muscular en el Tyrannosaurus era extremadamente fuerte y desarrollado en comparación con otros dinosaurios. La cola, las piernas, los brazos y el cuello estaban cubiertos de tejido muscular grueso para ayudar al animal a moverse correctamente en vida. Los músculos grandes y gruesos del cuello se usaban para soportar el gran peso producido por el cráneo. Los muslos, las pantorrillas, los bíceps y cuádriceps eran excepcionalmente fuertes. Esta gran masa muscular habría dado al animal en vida un aspecto muy grande y voluminoso en comparación con la mayoría de sus parientes.

Plumas y Escamas

El debate sobre la presencia de plumas en el Tyrannosaurus solo ha ido creciendo y creciendo desde el descubrimiento de las primeras plumas en dinosaurios hasta hoy en día. Con la descripción del Dilong en 2004, se pudo ver que al menos los antepasados tiranosauroideos del Tyrannosaurus tuvieron plumas simples y filamentosas, similares al pelo de los mamíferos. Con la del proceratosáurido Yutyrannus, además de encontrar otro pariente emplumado del rey tirano, se comprobó que el tamaño no habría sido un problema para la presencia de plumas abundantes en un dinosaurio terópodo.

En 2017, Bell y colaboradores revisarían impresiones de piel encontradas en el espécimen ‟Wyrex” (HMNS 2006.1743.01), que preservan un patrón de escamas supuestamente procedente de la cola, la cadera y el cuello. Argumentaron que, si había plumaje presente en la piel del Tyrannosaurus, este estaría limitado a la zona dorsal del cuerpo. Aún así, el pequeño tamaño de estos tres parches de piel y que se desconoce la procedencia real de dos de los tres parches en el cuerpo del animal, no se considera como una prueba concluyente para negar por completo la presencia de plumas. En base a las impresiones de piel de parientes cercanos y al clima de Hell Creek, el modelo más aceptado hoy en día es aquel en el que el Tyrannosaurus sería mayoritariamente escamoso, con parches de plumas escasas en el área dorsal del cuello, la espalda e incluso la cola, algo así como la imagen que están viendo ahora y arriba.

Caza y Alimentación

La mayoría de expertos piensan que el Tyrannosaurus fue tanto un cazador activo como un carroñero ocasional, como hacen la mayoría de depredadores hoy en día. Desde el primer descubrimiento del Tyrannosaurus, la mayoría de los científicos han especulado que era un depredador; al igual que los grandes depredadores modernos, a menudo encontraría o robaría la presa de otro depredador dada la oportunidad (algo así como hacía yo al husmear en la basura de la escuela). Siendo el mayor depredador de su ambiente, la dieta del Tyrannosaurus se basaba principalmente en grandes animales como hadrosaurios, ceratopsios y anquilosaurios, además de posiblemente saurópodos en las pocas zonas en las que pudieron coincidir. Un estudio realizado en 2012 por Karl Bates y Peter Falkingham encontró que el Tyrannosaurus tuvo la mordida más poderosa de cualquier animal terrestre que jamás haya existido, calculando que un Tyrannosaurus adulto podría haber ejercido 35,000 a 57,000 N en la parte más interior de su mandíbula. Anteriormente, en 2003, Mason B. Meers hizo estimaciones aún mayores. Esto le permitía romper y aplastar hueso con mordidas repetidas, una adaptación útil para consumir carroña y cazar a las presas acorazadas que poblaban su hábitat. Stephan Lautenschlager y colaboradores calcularon que el ángulo máximo de apertura de su mandíbula estaba en unos 80º aproximadamente, lo que permitía una mordedura mas fuerte. Un estudio en 2021 sobre la visión y audición del Shuvuuia junto con otros dinosaurios terópodos muestra que los hábitos de caza del T. rex eran probablemente diurnos, al igual que los dromeosauridos.


Se debate si el Tyrannosaurus era un cazador o un carroñero puro. Esto fue por primera vez propuesto por Lambe en 1917, que argumentaba una dieta carroñera para los tiranosauridos basándose en la falta de desgaste de los dientes del Gorgosaurus. Este argumento sería completamente descartado por el hecho de que los terópodos reemplazaban sus dientes con frecuencia, lo que podía explicar la falta de desgaste por unos dientes nuevos.

Jack Horner ha sido un personaje importante en el debate, afirmando que era exclusivamente carroñero. Él cita los siguientes argumentos a favor de esto:

Argumenta que los brazos cortos eran demasiado cortos para agarrar presas. Otros paleontólogos como Thomas Holtz Jr. argumentaron en contra de esto que hay muchos depredadores modernos que no usan sus extremidades anteriores para cazar como pueden ser los cánidos y las aves de presa así como algunos extintos como las forusracidas, por lo que este argumento no es válido.

Su desarrollado sentido del olfato le pudo servir para detectar cadáveres a larga distancia.

Los dientes del tiranosaurio podían triturar hueso, por lo que podían aprovechar mejor la medula ósea de los restos cadavéricos. Karen Chin y colaboradores encontraron fragmentos de hueso en coprolitos atribuyeron a tiranosaurios, pero señalaron que los dientes del Tyrannosaurus no estaban bien adaptados para masticar huesos sistemáticamente como lo hacen por ejemplo las hienas hoy en día.

Como algunas de las presas potenciales del Tyrannosaurus podían correr más rápido que él, el Tyrannosaurus no habría podido cazarlas, por lo que habría sido un carroñero para sobrevivir. Esto no aplica, pues análisis recientes sugieren que el Tyrannosaurus, aunque más lento que los grandes depredadores terrestres modernos, bien pudo haber sido lo suficientemente rápido como para cazar grandes hadrosaurios y ceratopsianos.
La verdad es que existe amplia evidencia de que el Tyrannosaurus cazaba activamente y era el máximo depredador de su hábitat. Las cuencas de los oculares del Tyrannosaurus están colocadas de modo que los ojos apuntan hacia adelante, lo que le da una visión binocular ligeramente mejor que la de los halcones modernos. No es fácil imaginar por qué la selección natural habría favorecido esta tendencia a largo plazo si el Tyrannosaurus hubiera sido un carroñero puro, ya que no habría necesitado la percepción de profundidad avanzada que proporciona la visión estereoscópica. En animales modernos, la visión binocular se relaciona con la depredación.

Se ha descrito un esqueleto del hadrosáurido Edmontosaurus encontrado en Montana con daños curados en las vértebras de la cola. Estos fueron probablemente inflingidos por un Tyrannosaurus en un ataque directo. El que el hueso muestre señales de curación indica que el herbívoro estaba vivo durante el ataque y que consiguió escapar. A pesar de esto, algunos expertos creen que esta rotura del hueso también pudo deberse a otros factores como una pisada en la cola por parte de otro individuo de la misma especie u otra acción mecánica. También hay evidencia de una interacción de depredación entre un Triceratops y un Tyrannosaurus. Un espécimen de Triceratops poseía marcas de dientes tanto en uno de sus cuernos (que acabó roto) como en su gola ósea. La presencia de nuevo hueso regenerado después de la rotura indica que el ceratopsio estaba vivo durante el ataque y que sobrevivió a los daños, curándose con el tiempo. Estudios en vértebras de hadrosaurios de la Formación Hell Creek muestran que fueron perforadas por los dientes de lo que parece ser un Tyrannosaurus juvenil cercano a la adultez. A pesar de carecer de las adaptaciones para triturar hueso de los adultos, los individuos jóvenes aún eran capaces de perforar hueso.

Un estudio en la fuerza de mordida de un Tyrannosaurus juvenil se realizó en 2021. Se intentaron replicar marcas de dientes encontradas en fósiles como los nombrados anteriormente usando el espécimen de 13 años BMR P2002.4.1. Este fue escaneado y posteriormente esculpido en aleación de cromo cobalto para ser probado posteriormente en huesos de ganado bovino. A través de un total de 17 pruebas, se determinó una fuerza de mordida de hasta 5641,19 Newtons según las marcas de mordiscos en el Edmontosaurus y otros Tyrannosaurus. Esto cae dentro del rango de la fuerza esperada de los adultos, pero es diferente a otras estimaciones. Esto puede arrojar luz sobre cómo los tiranosaurios juveniles diferían en términos de partición de nichos y roles ontogenéticos del Tyrannosaurus en sus ecosistemas.

También se tiene evidencia de canibalismo ocasional en el Tyrannosaurus. Marcas de dientes en los huesos del pie, húmero y metatarsianos de un espécimen muestran que al menos se pudo dar canibalismo en forma de comportamientos carroñeros. Se descartó la posibilidad de que se tratase de heridas producto de una pelea, pues en una pelea, sería difícil agacharse para morder las piernas de un rival (justamente la zona donde habían heridas), por lo que es más probable que las marcas de mordeduras se hayan hecho en un cadáver. Como las mordeduras se hicieron en partes del cuerpo con cantidades relativamente escasas de carne, se sugiere que el Tyrannosaurus se estaba alimentando de un cadáver en el que las partes más carnosas ya habían sido consumidas por otros animales. También estaban abiertos a la posibilidad de que otros tiranosáuridos practicaran el canibalismo. Fósiles de las formaciones Kirtland, Fruitland y Ojo Álamo muestran que otros tiranosáuridos aprovechaban para alimentarse de miembros de su propia especie dada la oportunidad.
Recientemente, a un paleontólogo en California se le ocurrió que era posible calcular cuántos Tiranosaurios hubo y junto a un equipo de investigadores han creado un método que podría usarse para estimar la población de otras especies extintas, según un artículo publicado por la revista Science.

La idea fue de Charles Marshall, director del Museo de Paleontología y profesor en la Universidad de California (en Berkeley). El científico señaló que es amplia la incertidumbre de los cálculos y que, si bien pudieron haber existido unos 20.000 T-Rexes adultos en un período determinado, las estimaciones entre los paleontólogos van de 1.300 a 328.000 ejemplares, es decir, la cifra total de Tyrannosaurus durante todo el período de existencia de la especie puede haber estado entre 140 y 42.000 millones.

El equipo de Marshall trabajó sobre el cálculo más aceptado entre los científicos y llegó a la conclusión de que en los 2,5 millones de años durante los cuales esos dinosaurios habitaron en la Tierra debe de haber habido unas 127.000 generaciones para un total de 2.500 millones de Tiranosaurios rex.

¿Por qué es tan importante este dato?

‟Una de las metas principales ha sido contribuir al conocimiento de cuán bueno es el registro fósil”, explicó Daniel de Varajao, miembro del equipo de expertos que llevó a cabo el estudio y cuya tarea fue el desarrollo del enfoque metodológico y la aplicación de parte del código para llevar a cabo los cálculos.
‟Tenemos un conocimiento excepcional del Tyrannosaurus y podemos combinarlo con el conocimiento de especies vivientes para comprender parte de la biología de población de una especie extinta”, agregó Varajao.

‟Calculamos la densidad de población del Tyrannosaurus, su área geográfica, la longevidad geológica, la generación en el tiempo, el número de generaciones si persistió, su abundancia y la cifra total de todos los que vivieron”, añadió.

Esto fue necesario para lo que los investigadores llaman la tasa absoluta de recuperación de fósil, es decir, la determinación de cuántos ejemplares existieron por cada fósil examinado. Varajao dijo también que el método desarrollado en Berkeley podría ayudar a los cálculos sobre otras especies y eso ‟daría respaldo a nuestro enfoque si resulta en números que tengan sentido.”

‟Por ejemplo, cabe esperar que se encuentran números de población más altos para las especies más pequeñas o los herbívoros. Sin embargo, la información puede no estar disponible para la mayoría de las especie extintas”, concluyó.
Es momento de ir a lo que es su biología

El Tyrannosaurus vivió durante la etapa faunística lanciana durante el Maastrichtiano, Cretácico superior. Se extendía hacia el norte hasta Canadá y hacia el sur hasta Nuevo México en la parte occidental de Norteamérica, conocida entonces como Laramidia. El Triceratops era un herbívoro abundante en el norte, mientras que el Alamosaurus dominaba el sur. El Tyrannosaurus es conocido en ambientes de llanuras semiáridas y subtropicales, tanto costeras como del interior.

Se conocen varios especímenes notables del Tyrannosaurus de la Formación Hell Creek. Fue una llanura aluvial subtropical, cálida y húmeda durante el Maastrichtiano. la flora del área consistió principalmente de plantas angiospermas, con Metasequoia y Araicaria. Convivió con el Leptoceratops, Torosaurus, Triceratops, Edmontosaurus Annectens, Thescelosaurus, Ankylosaurus, Denversaurus, Sphaerotholus, Pachycephalosaurus, un ormithomimido sin clasificar, Acheroraptor, Dakotaraptor, Pectinodon (anteriormente ‟Troodon”), y Anzu.
Al Tyrannosaurus también se conoce en la Formación Lance de Wyoming, interpretada como un entorno pantanoso similar a la costa del Golfo de México. La fauna es muy similar a Hell Creek, pero el Struthiomimus sustituye al Ornithomimus, el Leptoceratops también vivía en la zona.

En el sur, el Tyrannosaurus vivió en formaciones como Ojo Álamo y Javelina junto con el Alamosaurus, Torosaurus, Bravoceratops, Ojoceratops, Edmontosaurus, Kritosaurus, una posible especie de Gryposaurus, Glyptodonpelta, Ojoraptosaurus, Dineobellator y Javelinadactylus. El Quetzalcoatlus también vivió en la zona. Se cree que esta área es principalmente llanuras interiores semiáridas después de que cayeron los niveles del Mar Interior Occidental durante el Campaniano.

El Tyrannosaurus pudo haber habitado la Formación Lomas Coloradas de Sonora, México. El material es escaso, pero 6 dientes caídos y rotos parecen ser del Tyrannosaurus según una comparación exhaustiva. Si esto es cierto, el rango del Tyrannosaurus pudo ser más extenso de lo que se creía anteriormente.

Como dato bastante curioso, los paleontólogos están de acuerdo en que, para entonces, el Tyrannosaurus ya habría la madurez y sería capaz de empezar a reproducirse; de ahí podría estar casi todo el tiempo buscando a quien ligarse para procrear. Es posible que haya tenido únicamente entre unos seis y diez años para hacerlo, dado a que su esperanza media de vida era sólo de aproximadamente 28 años.

No se sabe a ciencia cierta la verdadera esperanza de vida del T-Rex, lo que mencioné antes fue sólo especulación. Se cree que la esperanza de vida de este dinosaurio rondaba entre los 30 o 35 años; se sabe que Sue tenía unos 28 años.

Para muchos animales, la supervivencia de la especie depende en cierta medida de poder reproducirse y tener un número elevado de descendientes. Éste podría haber sido el caso del Tyrannosaurus. Muchos Tyrannosaurios, o más bien la mayoría de ellos, no conseguían sobrevivir a los primeros años de existencia.

Si dijera todas las apariciones del T-Rex en la cultura popular, me cae que nunca acabaría.
Bien, creo que eso ya sería todo. La verdad es que siento que el tiempo para este dinosaurio ha sido algo único, el cómo ha sido él desde que lo descubrieron fue como ver a una persona crecer, los cambios son notorios con el paso del tiempo. El Tyrannosaurio ha madurado lo suficiente con la ayuda de la ciencia para demostrar cómo se veía realmente en el pasado, luciendo muy diferente a lo que pensábamos en un inicio.

Pero a pesar de todos estos descubrimientos, todos aquí seguirán amando la antigua versión del dinosaurio que se dio durante los 90s, implantado desde la llegada de Jurassic Park. La gran mayoría de la gente que ama los dinosaurios ha puesto al Tyrannosaurio como su favorito por varias razones, tanto personales como científicas. Sin embargo, crease o no, debo admitir esto, el Tyrannosaurio no fue mi dinosaurio favorito desde que lo conozco, ni siquiera de niña la he visto de esta manera.

A esa edad ya había conocido dinosaurios que más me han llamado la atención, dejando al Tyrannosaurio muy atrás. Algunos de ellos han sido carnívoros tales como el Suchomimus, el Ceratosaurus, el Carnotaurus, el Cryolophosaurus, el Majungasaurus, entre muchos otros más. Estos carnívoros, pese a que algunos no tengan algunos de sus parámetros iguales o superiores al Tyrannosaurio, con lo que tienen ya pueden considerarse grandes animales y unos perfectos cazadores. Ahí está de buen ejemplo el Majungasaurio, que pese a que no era igual de fuerte que el otro, en su territorio era un equivalente a él.

Incluso los parientes se me hacen mejores que él, los mejores ejemplos están en el Daspletosaurus, el Tarbosaurus, y el Zhuchengtyrannus. Cada uno de estos tres Tiranosauridos tuvieron algo que el T-Rex no tuvo en mi punto de vista infantil.

El Daspletosaurus lo vi y lo sigo viendo como un dinosaurio muy bonito, no por nada este animal es mi dinosaurio favorito, fue el que levantó todo mi amor por esta familia de carnívoros. Con tan sólo imaginar a un carnívoro pariente del T-Rex lo primero que pasaba por mi cabeza era él. Ha sido uno de los dinosaurios que más ha marcado mi infancia a diferencia de su pariente más conocido.

El Tarbosaurus hizo casi lo mismo que el otro, con la diferencia de que llegó unos años después, allá por el 2012. Cuando lo conocí ya me dio la impresión de que era inferior al T-Rex en cuando a sus aspectos, y en lo que vendría a ser su genialidad me pareció mejor que su pariente americano, el Tarbosaurus a este punto me empezó a agradar más que al Tyrannosaurus. De hecho, creo que a este lo había descrito como más peligroso, cosa que actualmente está obsoleto, los Tiranosauridos no eran tan peligrosos como lo pintaban.

Sobre el Zhuchengtyrannus, yo antes pensaba que este animal era más grande que el Tyrannosaurus, pero como sabemos el asiático mide 3,5 de alto, por lo que éste no era tan grande como yo lo pensaba antes. Pero aún con eso, yo lo veo como un depredador mejor adaptado a su territorio a comparación del Rex, de hecho su competencia era mayor, teniendo a varios depredadores grandes. Las cosas para él y los otros dos Tiranosáuridos fueron diferentes a lo que el T-Rex se acostumbraría posteriormente,

Lo que fue el Tyrannosaurio en vida no es la gran cosa para mí, o eso es lo que pienso ahora ya que de niña siempre me impresionó el cómo fue la vida de los dinosaurios al final de su era, y como las cosas cambian con el tiempo, esto ha reducido en mi impresión.

Hay algo que siempre me he preguntando acerca del Tyrannosaurus, ¿por qué en gran parte de las series animadas tienen que ponerlo?

Digo, si lo que quieren es poner a un dinosaurio en una serie animada, independientemente de que el tema del capítulo sea animales (extintos o no extintos) siempre debe haber un T-Rex entre el montón. O también si quieren agregar a un dinosaurio porque sí, eligen siempre al Rex cuando pueden elegir a otro dinosaurio para dar mejor variedad al asunto en lugar de usar siempre al mismo, algo que de verdad me molesta un poco. Al menos puedo agradecer que en algunas veces si hayan hecho una excepción con poner otro dinosaurio famoso en su lugar, y no a él.

Lo curioso de este caso es que en la series donde todo es acerca de dinosaurios se queda como secundario. En series de dinosaurios como Dinosaur Train o Dino Dan dejan al T-Rex como un dinosaurio secundario, tanto en la primera como en la segunda se centran más en otras especies que en este, lo que me agrada por ser un respiro para este animal por tanta fama que tiene en los medios.

Algo parecido ocurre con los videojuegos sobre dinosaurios, la gran mayoría de ellos tienen al T-Rex en la lista de los que aparecen. Con los juegos de simular un parque de dinosaurios como Jurassic Park: Operation Genesis, Jurassic World Evolution, Dino Island o Prehistoric Kingdom los perdono, ya que hay que dar una buena variedad de especies para que la experiencia sea agradable y muy creativa, sí o sí tienen que añadir a los más famosos a su repertorio. Pero en lo que vendría a ser otros juegos de dinosaurios con temáticas diferentes como lo vendría a ser el Primal Carnage, ahí sí puedo dar mi desacuerdo. En estos juegos estaría bien que agregaran a otro depredador grande en lugar del Rex, los carnívoros han pasado por la misma costumbre de agregar a los más conocidos para que el juego salga bien, lo para mí eso significa que no hay gran cosa en el repertorio de dinosaurios. Son muchos los juegos en donde pasan por esto, y pocos son los que lo tomamos para bien, su aparición no es tan relevante como para tacharlo de algo repetitivo. Podría decir que la aparición del Tyrannosaurio en los juegos es de los más visibles en este nicho, algo que probablemente siga vigente en ello.

Si hablamos de películas de dinosaurios, ahí sí la lista es demasiado larga. Al igual que los juegos, las películas son bastantes y llegan a ser repetitivos con poner a un T-Rex como el dinosaurio antagonista o principal.
En casi todas las pelis que he visto, el Tyrannosaurus ocupa un papel importante como animal antagonista u otros, en el primer punto hay varios ejemplos que no son gran cosa para mí, siguen con la tradición de poner un carnívoro que ya todos conocen; en el otro punto el ejemplo cae en el esqueleto de T-Rex visto en las películas de Una Noche en el Museo, en estas películas el Rex la hace de un animal domestico y con las cualidades de una mascota, lo que para mí vendría a ser un punto a favor en cambiar las cosas para este animal en el cine y dejar a un lado lo que tanto han hecho.

Ya todo el mundo sabe que Jurassic Park (tanto la película como el libro) fueron los que iniciaron esto de mostrar al T-Rex como un antagonista, de ahí le seguirían otras producciones que intentarían copiar lo que hizo la primera película, aunque el rol de un verdadero malo maloso para el Rex lo tuvo en la película de En Busca del Valle Encantado, en esta peli sí logró ser una verdadero dinosaurio antagonista.

Volviendo con Jurassic Park, en la primera película, su rol es único en la franquicia por los momentos que ha hecho durante su participación; van desde su primera aparición hasta su enfrentamiento contra los Velociraptor. Como podrán ver, fue ahí donde empezó todo esto que hemos visto en el T-Rex, y de paso veríamos como empezó a ser un dinosaurio sobrevalorado.

En The Lost World la cosa es mejor, pasan de ser unos antagonistas principales a semi secundarios, con una pareja teniendo en la cinta, y que les importa más cuidar a su hijo que deshacerse de los intrusos. Tienen sus momentos icónicos tales como el primer encuentro entre ellos con los protagonistas o la corretiza que hace Buck en la ciudad. Prácticamente en esta película la participación del T-Rex es de las mejores en la franquicia.

Con Jurassic Park 3, bueno, creo que ya saben todos qué pasó con el T-Rex.

Y en la saga de Jurassic World, digamos que su rol ha disminuido, tan sólo hay que comparar sus participaciones en las primeras películas con las más recientes para que vean que su papel se ha reducido considerablemente. Es en Jurassic World Dominion donde se ve más esto, teniendo una participación mucho más reducida que en las anteriores entregas. Por lo tanto, se podría decir de cierta forma que la saga jurásica estuvo utilizando al T-Rex como dinosaurio principal hasta el cansancio.

La saga jurásica fue el que lo empezó todo, y probablemente lo seguirán haciendo, digo esto porque estoy segura de que el T-Rex se volvió en una pieza tan importante para la franquicia que sería difícil imaginar como sería una producción sin este emblemático animal, y Jurassic Park 3 dio un claro ejemplo de ello.

Pero bueno, ¿a qué quiero llegar con lo de Jurassic Park?

Pues con esto quiero decir que las participaciones del Rex en la ficción se debieron al éxito de estas películas y las novelas, de lo contrario tal vez no sería tan popular como lo es ahora, lo que dejó la paleontología al haberlo descubierto fue importante, pero no lo suficiente como para hacerlo un animal tan famoso como lo ha hecho el cine.

La trayectoria que ha dejado este animal fue más significativo en la ficción que en la ciencia, y eso se demuestra comparando las investigaciones que le hicieron en todo el tiempo desde su descubrimiento con las participaciones en series, películas y juegos juntos. Todo lo que pasó en todo este tiempo ha sido algo de que hablar, y en lo personal creo que salió bien que digamos, de no haber sido por su participación en la ficción y las investigaciones que se le dieron tal vez no sería el dinosaurio popular que todos conocemos.

Así que, en pocas palabras, agradezcamos a estas dos cosas por haber hecho al T-Rex en lo que ahora es, aunque también pasaría con otros dinosaurios famosos.

Pero a pesar de eso, hubo algunas cosas que me han gustado del T-Rex como para no considerarlo un animal que me desagrade. Una de ellas es el hecho de que es uno de los dinosaurios carnívoros más grandes que se hayan registrado, estado por detrás de otros como el Giganotosaurus o el Carcharodontosaurus.
Agradezco a este video del T-Rex por conocer a Three Days Grace

Otra cosa que me agradó del Rex fue la participación que tuvo en algunos juegos que he jugado, ejemplo sería la saga de Carnivores, en donde el carnívoro obtiene un papel importante como el depredador final para cazarlo. Como dato extra, explorar el lore de este juego es algo complejo por cómo se estructuró.

Otra aparición buena del T-Rex en la ficción está en su participación en la saga de La Tierra Antes del Tiempo. Tal y como lo mencioné antes, en su primera película tendría un buen papel como dinosaurio antagonista, estando por encima de otros; aunque con las secuelas tan innecesarias como necesarias sería remplazado por otros carnívoros, tal vez haga un artículo abordando este tema.

Algo un poco más personal cae en lo juguetes, desde chiquita he querido uno tamaño medio o grande del T-Rex, pero por ese entonces sólo tuve uno en miniatura, no fue hasta que crucé el tercero de preescolar que conseguí uno tamaño mediano, una bonita figura que se veía espectacular. Pese a eso, ambas figuras las terminaría perdiendo años después, y con ello me quedaría sin figura del T-Rex. Años después, tendría de nuevo la pequeña figura del Rex con el que empecé, y más adelante tendría por fin las figuras tamaño mediano que siempre quise tener, o más bien varios con diseños diferentes.

Durante el 2014, cuando estaba escribiendo mi fanfic de Equestria Girls, había puesto como ‟habilidad especial” que las mane 6 se transformaran en dinosaurios al alcanzar ciento poder, Twilight sería un T-Rex. Esto al final lo terminé desechando porque no encajaba en lo que quería yo contar en este fanfic, aunque lo de Twilight siendo una Tyrannosaurus y Spike un dragón tipo Chimuelo no se quita.

Muchos de los documentales que veía con mi familia para ‟pasar el rato” eran sobre el Rex, o mínimo se le daba un papel relevante para ciertos elementos. Unos ejemplos donde tuvo un papel importante sería en Caminando con Dinosaurios o Jurassic Fight Club; en ellas el T-Rex ha tenido un papel importante como para ser ignorado sobretodo el primero por su diseño, rol y lo importante que fue este documental al final.

En otras partes donde donde ha salido el T-Rex de alguna u otra manera como lo ha sido en Barney el Dinosaurio, el mismo Godzilla, las películas King Kong (el Vastatosaurus Rex) o Transformers (Grimlock), sólo diré que han sido buenos intentos pero que no pasan de ser grandes apariciones a comparación de los anteriores que he mencionado.
Amo esta ventana a mis días de gloria
A este punto diría que el Tyrannosaurus ha dado cosas importantes en mí como para no estar entre mis dinosaurios favoritos, y lo reconozco. Cada participación que tuvo en lo que he visto a esa edad me ha gustado, y al día de hoy los recuerdo con cariño. Aunque si bien no está a la altura de otros dinosaurios que me gustan, comprendo lo importante que ha sido para la paleontología y la ciencia, esta parte en mi opinión está mejor que su actual paso por la ficción, sólo piénselo, no ha sido lo mismo dejar al Rex como un depredador alfa que controla un gran territorio y tiene un modelo obsoleto que un depredador rechoncho, lento y que puede dejar pasar a pocos depredadores, así ha sido la diferencia entre sus versiones.

En conclusión, el Rex ha sido un dinosaurio que ha dejado un gran legado en ambos lugares por donde ha pisado, tanto la ciencia como la ficción han hecho un gran trabajo a la hora de dar con todos los datos para saber qué era este animal en todo el tiempo que ha vivido.

El Tyrannosaurus para mí no podrá ser el mejor de todos los dinosaurios, pero admito que lo que he visto y experimentado con sus apariciones en los medios me ha fascinado. El mismo rey de los dinosaurios ha dejado huella en todas las personas que saben de él, y ha dejado también cosas que fueron importantes tanto para la gente normal como para los paleontólogos. Y en mi opinión personal: significó un paso importante para mi estado actual con los dinosaurios, aún sin ser mi dinosaurio favorito de todos.

Fuentes





Hasta aquí se termina las publicaciones de este año, un total de artículos publicados; aunque debo reconocer que las cosas cambiaron de rumbo luego de haber ido al cine a ver Transformers - Rise of the Beasts, y no pude concluir algunas cosas por el cambio de actividad que se dio por el retraso a la reseña de esta película.

Muchas de las publicaciones que quise publicar este año los tuve que dejar de lado por falta de tiempo, pero ahora que se viene un nuevo año, podré publicarlas sin mucho problema. El año que viene habrá más contenido de muy buena calidad, así como fanfics y secuelas de artículos que me pidieron.

En esta primera semana del año nuevo la quiero dejar libre, es decir, estaré libre en mi blog y seguiré con mis actividades en otras redes. Cuando se acabe la temporada navideña y el inicio de año, regresaré con nuevo contenido para el blog y mis redes, sé que les va a encantar.

Sin más que agregar les agradezco por el apoyo que me han dado en estos artículos que he realizado, espero y pasen por buenas celebraciones en este inicio de año y lo que se viene por estos días. Todo sea por lo que tanto les gusta y lo que tanto me gusta hacer, seguiré con las series y los largometrajes que he escrito; nos vemos en este 2024...

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