Viendo las Estrellas | Historias que Contar - Bionicle

Una estrella fugaz fue atravesando el cielo a toda velocidad, más estrellas bañaban el cielo nocturno de una isla recién descubierta por unos seres que transportaban objetos a diversos lugares de ella, esas cosas que dejaron eran pequeñas piedras que brillaban con un color vinculado a su portador, que eran seres biomecánicos. Estos seres recorrían la isla, marcando un lugar en donde instalar sus residencias al mismo tiempo que enterraban las piedras en un determinado lugar, sintiéndose aliviados por encontrar tal lugar que ahora lo ven como un nuevo hogar. Sin embargo, uno de ellos solo miraba el cielo oscuro y bañado de estrellas con una cara de reflexión.

Ese hogar tan verde y lleno de vida era donde se quedaría de ahora en adelante, tras perder su viejo hogar ante un mal enorme, sabía que no regresaría para quedarse, necesitaba volver para traer a su gente como lo había dicho un amigo suyo antes de caer. Cerraba los ojos pensando en cientos de cosas que habían pasado, por unos instantes el pasado fue pasando por su mente, todo lo que recordaba eran cosas que desearía que fueran solo un sueño, eventos que ha vivido desde que existe y que lo han ayudado a ser lo que es. Estaba agradecido por vivir todo esto para contárselo a la futura generación de este nuevo hogar, cuando es interrumpido por alguien que él conocía.

Toa Metru Matau: Hey escupe fuego, las cosas se han calmado un poco ahora que llegamos aquí, has hecho un gran trabajo hermano

Toa Metru Vakama: Tú también lo hiciste bien cuando salimos con los Matoran, te lo agradezco

Toa Metru Matau: Así me gusta que me hablen, mira te digo que cuando traigamos al resto de los Matoran les contaremos que este sitio tuvo el honor de recibir el nombre del gran espíritu

Toa Metru Vakama: (Inseguro) ¿Pero, de verdad creen que soy digno de ser un Toa?

Toa Metru Nuju: Jamás dudes de las palabras del gran espíritu hermano, eres digno de ser un Toa tras la derrota de Makuta en la gran barrera

Toa Metru Vakama: Admito que tus palabras me han alegrado, pero sigo creyendo que no soy digno

Toa Metru Nuju: La inseguridad sigue presente en ti, debe haber un modo de dejarlo ir ahora que tienes el trabajo de proteger a tu gente

Respiro con calma mirando su alrededor, caminaba con tranquilidad por las playas observando el enorme cielo que le rodeaba, observando esas tres lunas que adornaban el cielo; su mirada se clavó en el mar infinito queriendo recordar otra vez todo lo que vivió en su pasado. El cielo casi infinito se llenó de cientos de estrellas y Vakama, con una mirada de aceptación, avienta una piedra al mar, como si quisiera olvidar todos esos recuerdos que vivió en Metru Nui.

Los recuerdos que pasó en su viejo hogar como forjador de máscaras, el como se ha vuelto un Toa, el intento fallido de rescatar el corazón de Metru Nui y la perdida de su amigo Lhikan son recuerdos que deseaba no pensar más. Recordar como su hogar iba a ser sometido y controlado por un ser oscuro y con un propósito manchado por el deseo de conquistar un mundo lo hacía también recordar porque es un Toa y lo que ha hecho con Makuta lo animaban un poco a proseguir con su tarea de rescatar a los Matoran; sería lo más importante que hace él y su equipo durante este tiempo como Toas.

Comenzó a adentrarse por aquel lugar, fue atravesando las espesas selvas de lo que sería la región del aire, no se oía ruido alguno más que el de ellos moviéndose en la maleza. En medio de su paseo, siente como alguien se acerca a él y voltea para ver quien es, siendo el resto de los Toa que lo siguen con preocupación.

Toa Metru Nokama: Vakama, ¿pasa algo?

Toa Metru Vakama: Tan solo estoy pensando en lo que acabamos de hacer en Metru Nui, al reflexionar todo lo que hemos hecho cuando fuimos Toa me da a entender que... tardaremos más de lo que pensé rescatando a los Matoran

Toa Metru Onewa: Aún si tardamos un tiempo indefinido eso no quita el hecho de que es nuestro deber hacerlo, ¿y como le haremos? ni idea

Toa Metru Vakama: Siento que después de perder a Toa Lhikan las cosas serán más complicadas cuando regresemos a Metru Nui

Toa Metru Whenua: Recuérdalo muy bien Vakama, tú dirigiste al equipo cuando nos dimos cuenta de lo que sucedía realmente con los Matoran, lo hiciste sin temor y sin pensarlo dos veces, con eso ya vas a poder con lo que queda de los Matoran y los peligros que haya en Metru Nui, si pudiste una vez lo podrás hacerlo de nuevo

Toa Metru Vakama: (Sintiéndose animado) De acuerdo hermano, seguiré pensándolo en lo que siguen con lo suyo

Vakama se sentía a gusto con las palabras de Whenua, era cierto que logró vencer a Makuta solo y sin pensarlo dos veces, y estaba dispuesto a enfrentársele por segunda vez si llegaba a liberarse. El Toa del fuego continuaba paseando por las selvas de este nuevo hogar, con el peso del rescate a sus espaldas, pero con los ánimos que tiene no sentía tal peso.

Caminaba y caminaba, pensando en las palabras de sus hermanos y en como ha logrado ser lo que otros no han podido ser, un líder de un equipo que ha asumido todas las responsabilidades luego de ver la derrota de un antiguo defensor. Analizaba profundamente esto y era justo lo que le decían, si era digno de ser un Toa, ellos tenían la razón y ahora lo comprendía fuera ya tarde o no. Durante sus pensamientos llega a un campo con una vista a unas montañas a la lejanía, era un sitio ideal para pensar en los posteriores eventos y como lidiará con ellos, no importaba que tan difícil serían, el los cumplirá; fue en medio de sus pensamientos que escucha a alguien acercarse y cuando voltea ve que se trata de su hermano Nuju.

Toa Metru Nuju: Tienes los mismos pensamientos que yo Vakama, crees que las cosas que deseas se pueden encontrar en el pasado, pero es mejor que te fijes en futuro, todo se resolverá a su debido tiempo

Toa Metru Vakama: Puedo con eso, estaría viendo tanto el pasado como el futuro para pensar mejor en como rescatar a los Matoran

Toa Metru Nuju: ¿Pero sabes lo que harás una vez que construyamos un nuevo pueblo para los Matoran cuando los rescatemos?

Toa Metru Vakama: No, lo había pensado, pero cuando terminemos lo pensaré

Toa Metru Nuju: Tengo toda la confianza en ti que se que lo harás

Toa Metru Vakama: (Asiente con la cabeza y mira al cielo) ¿Has visto alguna vez las estrellas en un lugar como este?

Toa Metru Nuju: No que yo me acuerde, ahora que me lo dices, el cielo es una maravilla en este lugar

Toa Metru Vakama: Cada vez que veo el cielo, recuerdo las palabras de Toa Lhikan diciéndome que estaba orgulloso de llamarme hermano

Toa Metru Nuju: Entonces lo estás aceptando, aceptas que ya eres un Toa y asumes la responsabilidad de cuidar de tus hermanos, quiero ver como lo harás cuando regresemos

Toa Metru Vakama: Prometo no fallarte, hermano

Los dos miran una vez más el cielo estrellado, la infinidad de estrellas hacía pensar a los Toa que eran los antiguos protectores de la ciudad de Metru Nui observando como ellos han cumplido su trabajo que recibieron anteriormente, no podían estar más que orgullosos por esto. Luego de una hora de ver las estrellas, deciden que es hora de regresar, este lugar era el adecuado para cuidar de los Matoran de ahora en adelante. Los otros Toa esperaban a que Vakama y Nuju regresaran para saber que planes tenían para el rescate, cuando estos regresaron, notaron que tenían unas caras optimistas.

Toa Metru Matau: Hermano, has vuelto, ¿cómo han estado durante estas horas?

Toa Metru Vakama: Hemos hablado acerca de lo que es para mí la tarea de ser un verdadero Toa, estoy asumiendo mi responsabilidad como el líder de este equipo y lo pondremos a prueba

Toa Metru Onewa: Ya era hora de que te tomaras en serio lo que somos ahora

Toa Metru Vakama: Sea eso o no lo que dices, estamos preparados para volver

Toa Metru Whenua: Hehehe, las palabras que te dije si funcionaron, si pudimos con todo lo que hemos visto en Metru Nui, podremos con lo que veamos esta vez

Toa Metru Nuju: De igual forma, el pasado y el futuro se dan la mano para unir sus fuerzas y descubrir lo que oculta el presente, fue lo mejor que dije por el momento

Toa Metru Vakama: Preparemos todo para regresar, el tiempo es esencial si queremos hacer un rescate

Toa Metru Nokama: De hecho, ya todo está listo, solo faltaba que llegaras tú y Nuju para irnos

Toa Metru Nuju: (Mira primero a Vakama y después a Nokama) Entonces hay que irnos de inmediato, los Matoran y Metru Nui nos esperan

Los Toa Metru entran en el transporte que usaron para llegar a su nuevo hogar, mirando como se alejan hasta perderlo de vista. Vuelven a entrar hacía la aullante oscuridad, provocada por el Gran Cataclismo cuando aún seguían preguntándose si eran realmente Toas, cada vez que miraban a todos lados recordaban lo que eran antes cuando eran solo Matoran, eso ya quedó en el pasado y ahora deben actuar con el presente como los protectores de sus pueblos.

Viajando de regreso a Metru Nui, Nokama notaba que Vakama estaba con un rostro pensativo, sin saber por que esta así, decide preguntarle.

Toa Metru Nokama: ¿Te encuentras bien, Vakama?

Toa Metru Vakama: Si estoy bien, necesitaba contar que fui capaz de evolucionar y aprender de forma autodidactica, salvé Metru Nui de forma individual, y a pesar de ser un equipo, al principio no era el ideal, nuestra responsabilidad fue salvar a toda una población sin saber el porqué ni como hacerlo

Toa Metru Nokama: Lo aprendiste mediante ensayo y error, eso pasó

Toa Metru Vakama: Lo aprendí de esta manera para luego tener una caída y una redención que al final de todo, logré ser lo que soy ahora, un héroe como lo fue Lhikan

Toa Metru Nokama: Comprendo, si quieres llegar a ser como lo fue Lhikan, demuéstralo cuando rescatemos a los Matoran

Toa Metru Vakama: De eso si les puedo asegurar, prometo no fallarles esta vez

Toa Metru Matau: Tú no prometes nada, Vakama

Toa Metru Vakama: Ya sabes cual es mi posición al respecto, Matau

Luego de escuchar a Matau, los Toa Metru se quedan en silencio, los esperaba un gran rescate en lo que quedó de la ciudad de Metru Nui, pero Vakama sabía que todo se resolvería en un santiamén con solo llegar y entrar al coliseo, sería algo fácil para él... o al menos, eso lo creía.

The End